ESTO NO ES UN RELATO, DONDE VAS A ENCONTRAR
SANGRE, NI PÓLVORA, NI GRANDES TROFEOS, SOLO EMOCIONES Y ALMA CAZADORA.
Cuando pensamos que estamos acompañados, más solos nos
vemos, cuando no pensamos que estamos acompañados, nos damos cuenta de que alguien
nos apoya en lo que mas nos gusta, nuestra afición nuestros desvelos, nuestras
desilusiones, dignificamos la soledad, pero necesitamos la compañía de alguien
que queremos, apreciamos, o simplemente nos hacen compañía.
Con el cielo
despejado, sol de poniente, se caía la noche, a mi lado Sara, 5 años y ya
apunta maneras, se desvive por la afición de su padre, siempre triste cuando su
padre sale de afición, esta vez, no me
marchaba con la pena de dejarla en casa a las faldas de su madre, esta vez, le
tocaba, los nervios le florecían, su cara era un poema de alegrías.
Ya desde el
día anterior había escuchado de su padre
la frase mágica para ella, mañana te vienes de espera. Su nervios e
impaciencia, es típico del más grande cazador.
Cuando ve algún
venado, corzo, jabalí algún animal que es relacionado con la afición de su
padre, fluye su bella voz arroncada, embravecida, “Papa, corre ven, mira que
bonito”, cosa que a otras personas los bellos y poderosos venados, o el mas
poderoso jabalí le parecen feos, animales tontos, para nada, a Sara le parecen
bellos, la cara la deja paralizada embobada cuando sale uno aunque sea de
dibujos. Es posible que alguien le cambie el pensamiento de mayor, pero ahora
es una autentica cazadora, el veneno le fluye por dentro, el veneno de su
padre, intoxicada y muchas veces dejada con mono.
Es el día anterior,
cuando pregunta por su ropa, por su silla, por sus botas, linterna, prismáticos, como el más experto cazador, que
prepara sus achiperres, ella organiza su primera espera, no pierde detalle, lo
vio hacer todas las salidas desde su corta vida al lado de su padre, un cazador
previsor, que enseña por las nociones básicas a sus hijos, antes de salir organizar
la salida, para evitar sustos al llegar a las cacerías.
Son las
21:30, mi trocito de corazón, si me lo quitan me desangro en dos segundos se
acurrucaba a mis brazos, “papi quiero que me acurruques” mi princesa me pedía
que la cogiese ya que quería sentir el monte apegada lo mas posible a su padre.
Como decir que no a
tal gesto de su parte, cansada por los mas de 350 km hasta el cazadero,
quería sentir el calor de su padre,
antes de apagar sus ojos por el
cansancio, miraba el monte soñaba con ver a su padre tirar a un jabalí, su
sueño estaba cumplido pero quería redondearlo, ya sabe que la caza es así no
siempre se caza, pero se disfruta
del campo, se ama a la naturaleza y es esto lo que su padre
le enseña, a respetar a los animales y a su vez
compaginar, fusionar, la caza de algunos de sus miembros, pero siempre
con respeto, siempre cumpliendo con las normas.
Siempre
escribimos sobres nuestras alegrías cazando, cuando hemos tenido éxito se nos
llena la boca de palabras bellas, de halagos a los animales, de lo bien que nos
ha ido la cacería, pues esta vez no puedo hablar de los resultados, por que
para mi el mejor resultado fue que volviéramos a casa y con la cara mas
sonriente que salio, el mejor trofeo es ver a tu hijo feliz. Sara alma rebelde, seguro que pronto una
vida llena de éxito y trofeos, a su altura.
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