Perdiz roja, sometida a numerosas presiones de todo tipo —transformación del hábitat, agricultura intensiva, uso masivo de pesticidas, herbicidas, y rotencidas, excesiva proliferación de predadores, presión cinegética, etc.— ha sufrido mucho en los últimos años. Uno de los problemas añadidos a esta especie de caza menor tradicional han sido las sueltas realizadas con perdices híbridas de perdiz chukar.Hace tres años, Fedenca, la Fundación para el Estudio y Defensa de la Naturaleza de la RFEC inició el camino para encontrar un medio eficaz con el que medir el grado de hibridación de las perdices. La cuestión es que las normas ambientales y las de caza prohíben la liberación de ejemplares genéticamente no puros al medio. Así lo establece también la reciente Ley de Patrimonio Natural y de la Biodiversidad.
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