La liebre que giraba mejor que Alonso, esa liebre que parece fácil matarla y va esquivando las balas, como si de matrix se tratase. Si por algo debemos ser cazadores es por nuestra fama de exagerados, es algo que siempre nos perseguirá de por vida. Esta mención la quiero dedicar a los cazadores que tienen un mal dia y es bueno salir al campo esos días por que la caza es también eso fallar, reírse de nosotros mismos, si las liebres hablaran otro cartucho cantaría. Rebelde del Sur aprendiendo de nosotros mismos, se logran grandes cosas. Agradecidos por estos momentos tan buenos, siempre tan agradables. Saludos.
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